NUEVOS CRITERIOS PARA ANALIZAR EN JUICIO LAS RENUNCIAS ESCRITAS PRESENTADAS COMO PRUEBA

En días recientes se publicó una jurisprudencia que se encarga de establecer nuevos criterios que se deben tomar en consideración en los Tribunales Laborales para darle o negarle valor a los escritos de renuncia que sean presentados como prueba en juicio.

El criterio a que se haca referencia establece la obligación de los tribunales laborales de analizar su verosimilitud, tomando en cuenta las características particulares del caso y las condiciones personales del trabajador, lo cual significa, que ya no puede resolverse un juicio laboral como en su momento lo hacían las Juntas de Conciliación y Arbitraje basándose únicamente en el hecho de valorar si la firma era genuina o no, pues ante la práctica de algunos empleadores de solicitar la firma de hojas en blanco, el trabajador quedaba en estado de indefensión al poder ser despedido en cualquier momento sin tener oportunidad de defenderse.

Esto quiere decir que, de acuerdo a los criterios que se han establecido en los últimos años no sólo en nuestro país, sino a nivel internacional en que se procura la protección de los trabajadores al considerarse que existe una asimetría en las relaciones de trabajo, se debe atender a las condiciones en que se manifiesta que se dio por terminado el vínculo de trabajo, por lo que si confluyen situaciones que hagan poco creíble la renuncia como podría ser, que haya situaciones de pobreza, enfermedades, antigüedad, edad o cualquiera otra similar, aunque se acredite que la renuncia contiene firmas o huellas dactilares genuinas, el Juez está facultado para no darle valor basándose en dichas situaciones, resolviendo que el despido injustificado que reclama el trabajador ha quedado demostrado.  

Por eso, para los empleadores es muy importante, en el caso de que el trabajador decida renunciar voluntariamente, o que por cualquier razón tenga que firmar su renuncia, primeramente no violentar sus derechos, se deben pagara las prestaciones que generó al momento de la renuncia, y en el caso de que existan situaciones que hagan imposible la continuación de la relación de trabajo se sugiere negociar la liquidación con los trabajadores, pero lo que sugerimos primordialmente a los empleadores es dejar de solicitar renuncias u hojas en blanco firmadas por los trabajadores, ya que además de que no ayuda en nada, es una práctica prohibida pro la Ley.

Sólo queda observar cómo se va dando la aplicación de estos criterios y si van surgiendo nuevos para comentarlos para irles sugiriendo nuevas estrategias para lograr una sana y armónica relación de trabajo. 

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