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PANORAMA DE LA NUEVA JUSTICIA LABORAL PARA 2022

 

 

Ahora que estamos arrancando el año 2022, nos recuerda que este es el año en el que está previsto culminar con la implementación de la reforma laboral en lo concerniente a la implementación del nuevo modelo de justicia laboral, lo que implica la desaparición de las Juntas de Conciliación y Arbitraje y la sustitución de estas por los Tribunales laborales, por lo que es importante que analicemos lo que viene de acuerdo a la experiencia que hemos tenido en los Estados donde ya se ha implementado dicho modelo.

 

 

El gran problema que estamos presenciando en donde ya se han cerrado las Juntas de Conciliación y Arbitraje para la recepción de nuevas demandas, en virtud de la apertura de los Tribunales Laborales, es que, dado que, en términos del artículo séptimo transitorio del Decreto de reformas a la Ley Federal del Trabajo de 1º de mayo de 2019, conocido popularmente como la “Reforma Laboral” se establece que las Juntas de Conciliación y Arbitraje deben concluir los procedimientos iniciados ante las mismas de acuerdo a las disposiciones aplicables al momento de su inicio, y que  los Tribunales Laborales no estarán facultados para recibir petición alguna en relación con los expedientes de los que conozcan las referidas Juntas, se han implementado ciertas medidas para terminar los procedimientos iniciados ante las Juntas que no parecen ayudar a la rápida impartición de justicia laboral.

 

 

La primera medida que, al parecer, es unísona en la mayoría de los Estados es, la reducción de la plantilla laboral en las Juntas, la desaparición de Juntas Especiales y la reducción considerable en el presupuesto asignado a las mismas, esto está empezando a influir en la dilatación de los procedimientos que, de por si ya era lento, y aunado al considerable aumento en el número de demandas que se presentaron entre 2020 y 2021 derivado de la emergencia sanitaria por la propagación del virus SARS-CoV-2, implicará que sea una tarea muy complicada la impartición de justicia laboral para aquellos que continúen con expedientes en trámite con posterioridad al cambio de autoridad jurisdiccional en materia de trabajo.

 

 

Por lo que hace a los Tribunales laborales, también se está contemplando un bajo presupuesto en la mayoría de los Estados, por lo que en el transcurso de los siguientes años, de seguir sin cambios en relación al necesario aumento de infraestructura y personal, se verá reflejado en la saturación de trabajo en los mismos que se traducirá en la disminución de la profesionalización de la justicia laboral, por lo que la historia de las Juntas de Conciliación y Arbitraje se repetiría, haciendo estéril la impartición de la tan anunciada nueva justicia laboral.

 

 

También hay que tomar en consideración que, de acuerdo a la reforma antes mencionada, se prevé la implementación de los Centros de Conciliación locales y federales, así como la conciliación obligatoria previa a iniciar el procedimiento ante el Tribunal, en este rubro, podemos decir que, aunque se han hecho esfuerzos por establecer una conciliación mas profesionalizada que la que ha desempeñado históricamente la Procuraduría de la Defensa del Trabajo, por lo menos en nuestra experiencia no se ha tenido un avance importante, dado que la situación económica actual, y sobre todo a raíz de la emergencia sanitaria, ha impedido que muchos centros de trabajo estén en posibilidades de negociar, además de que en muchos casos no se le está dando la importancia debida a la prevención de juicios y se está tomando sólo como un requisito burocrático,

 

 

Por lo anterior, hay mucho trabajo qué hacer para lograr una verdadera justicia laboral, esperemos que la experiencia de los primeros años nos vaya forjando el camino para mejorar en todo lo necesario para lograr una verdadera justicia en materia de trabajo.

 

 

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